La primavera del 2020 (ya saben como estaba la cosa), necesitaba salir a conectar con la naturaleza, me fui unos días al mágico y montañoso pueblo de Tepoztlán. Nos quedamos en un airbnb y resulta que el dueño era Memo, un músico, productor y compositor extraordinario. Naturalmente nos hicimos amigos muy rápido y pasamos momentos entrañables en su huerto. Un día se le ocurrió una melodía al piano y me pidió que le pusiera letra, que esa es la parte que menos le gusta hacer. Acabamos con esta canción, supongo que mucho de lo que dice viene porque días antes estaba encerrado en mi habitación viendo documentales sobre naturaleza, y porque nunca se encuentran las palabras que la hagan justicia divina al sentimiento.
No te pido que me creas
pero nunca fuimos dos
Como el espacio es del tiempo
así me entrego yo, así me entrego yo
Aprendemos de cada hazaña
con la paciencia de las montañas
Y si te digo que tormentas
esparcen las semillas
que crecen en los huertos
que curan las heridas
Que todo siempre cambia
Pero no mi corazón
Como el aire ama al viento
Así te amo yo, así te amo yo
Es posible que en un futuro algunas publicaciones como esta se encuentren detrás de un muro de pago.
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