Su hija, de quien estaba enamorado, iba al mismo curso que yo en primaria. Cuando le conocí yo era un niño, seguramente no tenía más de diez años. Él era famoso, cantaba con sombrero, llevaba coleta, era de izquierdas y tocaba las maracas mejor que nadie. Celia Cruz y Marc Anthony cantaban sus canciones.
Conseguí con el tiempo convertirme en su yerno, y aunque mantuve el título por unos hermosos años, nuestra relación se fortalecía en otro sentido. Para mi Vitico es como una figura paterna que nunca llego a llamarme “hijo”, me llamaba “tigre”, “bro”, “compay”, “alejo” o “barbaraso”, mas bien era como un mejor amigo 35 años mayor que yo. Fue la primera persona que me motivó a cantar, que me dio la confianza para escribir mis primeras canciones, la primera persona que las escuchó y la primera persona que me subió a un escenario. Mucha de la música que puedo llamar influencia la conocí revolviendo e indagando en su inmensa colección de discos. En la sala de su casa o en su cafetería favorita teníamos largas charlas sobre música, política, filosofía y arte… pero lo que más hacía con Vitico era reír. Anarquista de corazón y de alma un payaso romántico. Nunca me trataba de manera vertical, siempre horizontal, haciéndome sentir como un colega más cuando apenas le llegaba a los tobillos. Para mi este señor era un superhéroe del son, el bolero y la bachata.
Cuando me fui a vivir a España, hablabamos bastante por google chat, nunca nos perdimos la pista. De hecho recientemente me puse a leer algunos que aun tengo guardados. En una ocasión le comentaba que quería dejar la música y dedicarme a otra cosa, que me resultaba muy difícil sobrevivir de ello estando tan lejos de casa, pero Vitico siempre tenía las palabras de aliento adecuadas para que no perdiera el foco y para subir los ánimos, porque sabía más que nadie que si yo no hacía música iba a ser infeliz en cualquier otra cosa.
Los recuerdos que me llegan a la cabeza y las historias que les podría contar les aburriría de tantas que son, pero creo que mas o menos ya entienden sin entrar en demasiados detalles lo que significa la figura de Victor Victor para mí.
Hace poco más de un año perdió la batalla con el Covid y los dominicanos perdimos una columna musical donde muchos nos apoyábamos. Nunca lloré tanto una pérdida. Lo extraño demasiado y me cuesta mucho hablar de él en pasado. Por suerte tengo el vivo sonido de su carcajada grabado en mi memoria y de vez en cuando estoy convencido de que me estoy riendo con él.
“Muero todas las noches y resucito en las mañanas. Contra el poder por la paz es mi canto. No reconozco autoridad sobre mi a no ser la alegria y la libertad.” – Victor Victor
Les comparto este humilde homenaje; “Así Es Mi Amor” — una versión de una de sus canciones más hermosas, acompañado nada mas y nada menos que de ¡Pedro Guerra! — otro referente importante, que curiosamente conocí gracias a Vitico, para el que necesitaría escribir otro largo mail.
En este link pueden escuchar/descargar esta versión especial antes de su edición oficial, de los maravillosos privilegios de estar suscrito a esta “Sabiduría Barata”. Espero que les guste y que cuando salga en plataformas la compartan igualmente.
Sigan gozando.
Es posible que en un futuro algunas publicaciones de este tipo se encuentren detrás de un muro de pago.
Qué maravilla, Alex. Le das un matiz hermoso a la vida con cómo la narras y cómo la cantas. Lindísimo homenaje, mucho abrazo con el duelo. Gracias!
HERMOSO!!!